jueves, 11 de febrero de 2016

De lo "público" y sus compromisos


En estos momentos todos asistimos como espectadores incrédulos, impotentes, con rabia a los continuos escándalos de corrupción que aparecen a diario en los medios de comunicación.

Observamos atónitos como lo políticos, guardianes de nuestro dinero, garantes de nuestras leyes, no ocupaban estos cargos para salvaguardar nuestros interés, nuestro dinero, nuestros derechos, “lo público”, lo que es de todos. Su única pretensión, su único fin para desarrollar tan alto cargo, era su propio enriquecimiento personal y el de su alrededor, sus palmeros, sus amigos, sus cómplices.

Estas personas jamás hubieran estado ahí si no hubieran tenido el apoyo de los que sabían y no hicieron nada, para nosotros igual de culpables, y de los que con nuestro voto les pusimos allí, esta parte es la que más dolor e indignación me causa. Quizá con nuestros votos rutinarios, costumbristas, sin plantearnos ni cuestionarnos que se estaba haciendo,  ni como  ni quien, hemos ayudado sin saberlo a la situación actual, mientras el dinero ha desparecido a espuertas, mientras todas aquellas cosas que se tardaron en conseguir décadas se han ido deteriorando y algunas desapareciendo.

Se  han ido dejando por el camino a miles de personas en situaciones penosas, sin casas, sin trabajo, sin ilusiones y lo más triste sin esperanza. Es cierto que ha habido una crisis brutal, que ha golpeado sin piedad, con dureza, sin clemencia, pero a la vez una crisis desigual, muy desigual. A la par que unos perdían mucho o todo, otros se enriquecían.

Ojalá todo esto nos haya enseñado a estar expectantes, vigilantes, a no bajar la guardia, a defender lo nuestro antes de que nos lo quiten, a no dejar nunca de luchar, y sobre todo a vigilar, a exigir honradez, trabajo, esfuerzo, y lealtad a los que cada cuatro años les damos  nuestra confianza, depositamos en sus manos lo nuestro, “lo público”, lo que tanto dinero y esfuerzo nos cuesta conseguir.

Se acercan nuevas elecciones en esta nuestra Universidad, y digo nuestra porque es de todos, todos contribuimos a su mantenimiento.

Su actual Dirección a cargo del Sr. Conde, será bien recordada durante mucho tiempo, entre otras cosas por arruinar la vida de 301 personas, por arrebatarles de un mazazo sus esperanzas, sus ilusiones, su medio de vida, en un momento duro, difícil, casi trágico. Todos sabemos y recordamos las palabras y compromisos del Sr. Rector en su anterior campaña electoral, y por desgracia también sabemos cómo y de qué manera las incumplió.

Para tan alto encargo, “el despido de 301 trabajadores” se rodeó de un buen equipo. La Sra. Gerente a la que todos conocemos, una Gerente que una tarde en el patio del Rectorado se dirigió a nosotros mirándonos a la cara, sin pestañear, sin ninguna empatía y nos dijo que ella no se sentía culpable de estos despidos, de esta situación. A su lado estaba la Sra. Vicegerente, también la conocemos como no, una sindicalista de larga trayectoria y bien conocedora de un sindicato. Una sindicalista que como un rayo, que con la rapidez que cruza el cielo una estrella fugaz, deja a sus compañeros y amigos de tantos años de lucha obrera, para ser el brazo derecho de una dirección que ha ejecutado la mayor desgracia ocurrida a los trabajadores de esa Universidad.

En este proceso no nos olvidamos de los que con su apoyo y su voto, fueron colaboradores necesarios para llevar a cabo esta injusticia, Vicerrectores, Directores, Catedráticos, Profesores.

Algunos ya no están, se jubilaron, se marcharon, encontraron otros caminos, como nuestro Vicerrector Sr. Moreno, en estos momentos hombre electo de PSOE, y trabajando junto al Sr. Gabilondo, los dos, grandes conocedores del mundo universitario.

Que paradojas tiene la vida! El Sr. Moreno estaba en el Consejo de Gobierno que nos echó y estamos seguros de que está en el puesto que hoy ocupa con alguno o muchos de nuestros votos.

Espero que desde este noble cargo y como representante de esas siglas políticas, no nos olvide, piense en nosotros, y ponga todo su empeño en revertir una situación que está próxima a cumplir 3 largos años. Que como depositario de lo nuestro “lo público”, recuerde las promesas que ha hecho, y que haga recordar el compromiso que él, junto con el Equipo de Gobierno actual de la UPM adquirieron en el triste Consejo de Gobierno de Marzo de 2013, y no me refiero a despedir a 301 trabajadores, que esto se ejecutó con rapidez, me refiero a la creación de una bolsa de trabajo para recuperar lo antes posible a estos trabajadores.


Terminamos con una esperanza, con un pensamiento positivo, seguimos creyendo en las personas, estamos seguros de que en la instituciones públicas, y en esta Universidad también, hay gente valiente, comprometida, con ganas de trabajar por una Universidad mejor, y con vocación de servicio,  Directores, Catedráticos, Profesores, Trabajadores, Alumnos. Os esperamos.

7 comentarios:

  1. Pero que bolsa de trabajo es esa??

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    1. respecto de gente valiente, comprometida, con ganas de trabajar y con vocacion de servicio, no seas ingenuo, te sobran de la lista: directores, catedraticos, profesores y alumnos.

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  2. Debe ser esto:

    Acuerdo de Gobierno marzo 2013

    http://www.upm.es/sfs/Rectorado/Secretaria%20General/BOUPM/2013/03/I.B.Acuerdos%20y%20Resoluciones.Consejo%20de%20Gobierno.pdf
    "Crear una bolsa de trabajo con las personas cesadas, clasificadas por especialidades y categoría, para ser llamadas preferentemente según las necesidades de la Universidad."

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    1. Eso es, palabras, promesas, acuerdos firmados, de nuevo incumplidos por esta directiva de la UPM.

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    2. Os recuerdo. Que la dichosa jornada laboral, fue una causa de nuestros despidos. Ahora que pasa con la sentencia del supremo. http://www.madridiario.es/noticia/430171/sucesos/el-supremo-anula-las-instrucciones-de-jornada-laboral-de-la-comunidad-por-falta-de-negociacion.html

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  3. Promesas incumplidas, gente que vivió por encima de sus posibilidades con el dinero de ¨lo público¨…
    Siempre la misma historia, miremos donde miremos, siempre la misma historia.
    Lo bueno, lo positivo es que ya no engañan y ahora es el momento del ¨sálvese quien pueda¨, de tirar de la manta, de provocar una ¨crisis¨, pero de la buena, la que busca soluciones a los problemas y cambia a la sociedad.

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  4. La esperanza nunca se pierde. Queremos construir una universidad excelente... eso pasa por corregir errores pasados que obligue a nunca mas volver a cometer. Animo a todos los que están ene esta labor necesaria.

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